Cómo instalar un estanque en el jardín

Siempre resulta atractivo poder contar con un espacio de agua en el jardín que aporte naturalidad, frescor, sonido y relajación. Por otra parte, si incluimos peces y otros animales acuáticos, resultará un espacio de gran disfrute y entretenimiento para los niños, siempre que tomemos medidas de seguridad para evitar peligros.

Uno de los elementos principales de un jardín acuático es el estanque, por lo que resulta importante elegir un tipo de estanque adecuado.

El estanque debe ubicarse en un espacio luminoso y bastante soleado, alejado de árboles grandes que puedan dañar su estructura con las raíces.

Tras instalar el estanque, debemos decorarlo para crear el estilo y ambiente deseados.

Jardín acuático de aspecto natural: Para diseñar un jardín acuático de aspecto natural podemos rodear el estanque con grava, piedras grandes y plantas de ribera, plantas que crecen en suelos húmedos y encharcados.

Decoraremos el interior del estanque con varias especies de plantas acuáticas. Las plantas emergentes o de ribera, que tienen una parte dentro del agua y una parte fuera, como el junco o la espadaña, aportan un aspecto silvestre y natural a un estanque, por lo que debemos tenerlas en cuenta.

Jardín acuático de aspecto formal y moderno: Para diseñar un jardín acuático de aspecto moderno y formal optaremos principalmente por formas rectas y simétricas y elegiremos un número reducido de plantas acuáticas que destaquen sobre la estructura o pavimento que utilicemos para rodear gran parte del estanque.

Podemos optar por muchos tipos de pavimento exterior, madera, piedra, pizarra o incluso hormigón, dejando algún espacio para situar alguna planta destacada.

Para conseguir que el agua se mantenga limpia, no debemos olvidar incluir varias plantas oxigenadoras que permanecerán al fondo del estanque. Unos nenúfares centrales y una o dos especies emergentes como lirio de agua o ciperus, pueden aportar color y atractivo en un estanque moderno.

Antes de elegir las dimensiones y el modelo de estanque a instalar, debemos determinar la profundidad adecuada para el estanque.

Tipos de estanques para un jardín acuático

En función de las dimensiones del jardín acuático y del estilo buscado, podemos optar por distintos tipos de estanques:

  • Estanque prefabricado. Podemos excavar el hoyo y colocar un estanque prefabricado de plástico o de fibra de vidrio. Se trata de una opción adecuada para estanques pequeños. Los estanques prefabricados tienen precios asequibles, resultan muy fáciles de instalar y son muy duraderos, aunque deberemos ajustarnos a las formas y tamaños disponibles en el mercado.
  • Estanque de láminas. Podemos excavar el hoyo y cubrirlo con láminas de polietileno o PVC resistentes e impermeables. Estos estanques resultan poco duraderos, aunque son fáciles, rápidos y económicos de instalar.
  • Estanque de obra. Podemos excavar el hoyo y construir una estructura sólida de hormigón u otros materiales. Puede resultar una opción interesante si vamos a construir un estanque muy grande o un estanque elevado sobre el suelo. Conseguiremos un estanque sólido y muy duradero, aunque de elevado coste.

En climas cálidos, el estanque debe de tener al menos 40cm de profundidad si queremos incluir plantas acuáticas en su interior, así como peces u otros animales acuáticos. La profundidad del estanque deberá aumentar hasta los 70-75cm en climas fríos, para evitar que el agua se congele, matando plantas y animales.

La instalación de un estanque decorativo resulta muy sencilla si optamos por estanques prefabricados de plástico, de fibra de vidrio o por estanques de láminas de polietileno o PVC. Seguiremos los siguientes pasos:

  1. Excavaremos un hoyo para el estanque. El hoyo deberá tener la profundidad y dimensiones deseadas y en caso de instalar un estanque prefabricado, ajustarse a sus medidas.
  2. Revestiremos el hoyo con láminas de polietileno o PVC o si se trata de un estanque prefabricado, lo colocaremos sobre el hoyo excavado.
  3. Ajustaremos el material al suelo. Deberemos fijar los laterales del estanque con piedras o losetas y tapar bien los bordes del estanque y las láminas de plástico que queremos que queden ocultas.
  4. Rellenaremos de agua el estanque y ya sólo nos queda decorar con plantas acuáticas.

Plantación de un jardín acuático

El mejor momento para realizar la plantación de un jardín acuático es la primavera y el verano, ya que la temperatura cálida del agua favorecerá su crecimiento y adaptación al estanque.

Las plantas flotantes, como el nenúfar, y las plantas emergentes, como el lirio de agua o la espadaña, deben plantarse en macetas o recipientes y colocarse en el fondo del estanque. De esta forma, podremos sacar las plantas del estanque para abonarlas, trasplantarlas o protegerlas durante el invierno.

Cada planta acuática requiere una profundidad de plantación, por lo que, podemos colocar ladrillos bajo la maceta para regular el nivel de profundidad.

Las plantas acuáticas necesitan un sustrato fértil y con mucha materia orgánica. Entre los sustratos disponibles en el mercado, podemos optar por una mezcla de turba negra y mantillo a la que podemos añadir estiércol o harina de hueso.

Mantenimiento de un jardín acuático

Para tener un estanque con plantas acuáticas es necesario que en el agua del estanque se mantengan unas condiciones adecuadas de temperatura, pH y oxigenación.

Para que las plantas se desarrollen bien, la temperatura del agua debe oscilar entre 17-26ºC y los valores de pH deben estar entre 6 y 8. Además, el agua debe mantenerse limpia y oxigenada.

Las mismas plantas se van a encargar de oxigenar el agua aunque conviene ayudarlas realizando podas de mantenimiento para eliminar hojas, tallos y flores secos o marchitos. Las plantas acuáticas que más depuran el agua son las que quedan totalmente sumergidas bajo el agua, también denominadas plantas oxigenadoras.

Además, las plantas acuáticas necesitan un sustrato rico, libre de fertilizantes químicos y con gran contenido en materia orgánica, por lo que conviene que las abonemos todos los años utilizando abonos orgánicos.

En primavera y verano, debemos añadir agua con frecuencia para reponer el agua que se pierde por evaporación, aunque nunca debemos agregar mucha agua al mismo tiempo para no alterar de golpe las condiciones de temperatura y pH del agua.

En invierno conviene trasladar las plantas a espacios protegidos del frío si la temperatura del agua desciende de los 17ºC.