Las palmeras y sus cuidados

Las palmeras son plantas muy resistentes siempre que se hayan elegido especies adaptadas al clima de nuestro jardín. Puedes buscar palmeras por clima en la guía de plantas.

Tipos de palmeras de jardín

Las palmeras son plantas que siempre destacan de forma especial en el jardín aportándole un aire exótico y tropical.

Existen miles de especies de palmeras y su precio es generalmente más alto que el de otras plantas debido a que necesitan más dedicación para su reproducción y desarrollo en los viveros.

Al elegir palmeras para el jardín debemos optar por especies que puedan adaptarse bien a nuestro clima. Si vivimos en zonas con inviernos fríos y temperaturas bajo cero, las palmeras Sabal minor, Sabal palmetto o Butia capitata pueden soportar temperaturas por debajo de -12ºC.

Muchas palmeras soportarán perfectamente el sol fuerte e intenso de climas cálidos y mediterráneos pero otras palmeras necesitarán ubicaciones sombreadas o de lo contrario sus hojas tomarán tonos amarillentos poco atractivos. Solo hay una palmera autóctona europea y es el palmito (Chamaerops humilis)

Las palmeras pueden contar con un único tronco, también llamado estípite que crece en altura pero no ramifica ni se engrosa como ocurre con los árboles. La altura que van tomando con los años aporta verticalidad y elegancia.

También hay especies de palmeras que desarrollan varios tallos desde el suelo. Estas palmeras suelen ser de porte bajo y resultan muy decorativas tanto de forma aislada como en grupos.

Las hojas de las palmeras pueden ser palmadas, con forma de abanico, o pinnadas, con forma de pluma de pájaro.

La floración de las palmeras suele pasar bastante desapercibida. Dan flores pequeñas, de color crema o amarillento y se agrupan en grandes inflorescencias colgantes. Los frutos suelen tener forma redondeada y en algunos casos son comestibles como por ejemplo los de la palmera datilera.

Plantar palmeras

El trasplante o plantación de la palmera en nuestro jardín conviene realizarlo en primavera o verano. Debemos abrir un hoyo amplio proporcional a la altura de la palmera para garantizar una buena sujeción de la palmera al suelo.

El hoyo se debe rellenar con tierra ligera y rica en materia orgánica favoreciendo siempre un perfecto drenaje.

Regar palmeras

Los primeros años debemos realizar riegos copiosos y frecuentes pero sin encharcamientos. Una humedad excesiva de las raíces puede provocar enfermedades con hongos.

Para mantener las raíces más frescas es recomendable cubrir el suelo con algún acolchado vegetal como corteza de pino.

Después de varios años la palmera se irá haciendo más resistente a la sequía.

Proteger a las palmeras del frío

Mientras la palmera sea joven será más vulnerable al frío. Para protegerla de las heladas del invierno podemos envolver las hojas y la yema con una tela porosa que permita la aireación aislando del frío las zonas más sensibles de la palmera.

Al acolchado del suelo mantendrá mejor protegidas del frío a las raíces de la palmera.

Poda de las palmeras

Algunas especies de palmeras tiran por sí solas las hojas inferiores que se van secando pero hay especies que van acumulando hojas secas alrededor del tronco tomando un aspecto feo y descuidado, además de servir de nido y cobijo para ratas u otros animales poco convenientes en el jardín.

Las palmeras tienen un sistema de regulación por el cual generan nuevas hojas en la parte alta de su copa a medida que las hojas viejas se van secando en la zona más baja de la copa.

En los climas fríos, estas hojas secas cubriendo el tronco de la palmera resultan una buena protección para el frío, pero salvo en estas excepciones, es importante podar las palmeras para conseguir que se mantengan bonitas, sanas y limpias. Además, con la poda evitaremos el riego que supone la caída de hojas secas a gran altura.

Por ello, es necesario realizar una poda de las hojas secas de las palmeras cada 2 ó 3 años. No deben eliminarse nunca las hojas verdes, sólo hojas secas o enfermas.

En el caso de palmeras de troncos altos se debe contratar el trabajo a profesionales especializados. Se trata de un trabajo delicado que debe hacerse con las herramientas y equipamiento adecuado para evitar daños en la palmera y accidentes personales.

¿Cuándo podar?

Las palmeras necesitan ser podadas cuando vemos que acumulan un gran número de hojas secas, aproximadamente cada 2 ó 3 años, dependiendo de la especie y tamaño de la palmera. La poda de una palmera debe realizarse en épocas con temperaturas templadas, principalmente primavera u otoño. Se deben evitar siempre temperaturas por encima de los 20ºC que puedan favorecer el ataque de picudo rojo, una plaga que está causando la muerte de muchas palmeras en el sur de Europa.

¿Cómo podar?

Palmeras de poca altura: Si la palmera es pequeña, arbustiva o de baja altura, nosotros mismos podemos realizar la poda.

Cortaremos las hojas secas utilizando una herramienta fuerte y bien afilada. En España es habitual utilizar el corvillón. También aprovecharemos para retirar hojas enfermas. Los racimos de frutos pueden quitarse para favorecer el crecimiento de la palmera, así como para evitar que caigan al suelo, aunque también pueden resultar decorativos si se dejan.

Lo que no debemos eliminar son las hojas verdes, ya que romperemos el equilibrio de la palmera debilitándola, retrasando su desarrollo y provocándola una pérdida en su captación de nutrientes.

Palmeras de troncos altos: Para estos casos debemos buscar profesionales especializados en la poda de palmeras. Se necesita un buen equipo de seguridad para ascender por el tronco, así como buenas herramientas de corte.

Antes de subir por el tronco de una palmera hay que asegurarse de que es lo suficientemente estable. Al ir subiendo conviene ir golpeando el tronco suavemente con un martillo de madera comprobando así que no hay huecos ni zonas podridas.

Por otra parte, el ascenso por la palmera debe hacerse usando materiales que no provoquen heridas en el tronco, heridas que tardarán en cicatrizar pudiendo causar daños graves en la palmera. Existen distintos sistemas para subir por el tronco de la palmera, estribos, «bicicleta o si hay acceso, una plataforma elevadora.

La poda se realiza recortando las hojas secas a ras del tronco, comenzando desde la parte más baja de la copa y ascendiendo en espiral. Para alargar más el período hasta la siguiente poda, se pueden eliminar las hojas semisecas pero no conviene retirar hojas verdes para no perjudicar a la palmera.

Después de podar

Una vez realizada la poda es muy importante retirar los restos de poda. Estos residuos vegetales pueden atraer plagas perjudiciales tanto para las palmeras como para el resto del jardín.

Por lo tanto, es fundamental llevar las hojas de las palmeras que acabamos de recortar a un lugar alejado del jardín donde puedan ser destruidas.

Control de plagas y enfermedades

Al igual que ocurre con el resto de plantas, debemos estar atentos para detectar la presencia de insectos que puedan convertirse en plaga. La mejor forma de evitar plagas es crear un ecosistema sano con biodiversidad de plantas y animales beneficiosos que mantengan el equilibrio en el jardín

Hay una plaga que está atacando a muchas palmeras en Europa, la plaga del picudo rojo, un escarabajo que se introduce en el tallo de las palmeras en forma de larva.

Si detectas que las hojas de la palmera están inclinadas hacia abajo y que las hojas centrales empiezan a marchitarse comprueba si hay picudo rojo. Si es así, debes actuar rápido para evitar la muerte de la palmera.

Plaga de picudo rojo en las palmeras

El picudo rojo es una plaga de un tipo de escarabajo denominado Rhynchophorus ferrugineus, que está afectando gravemente a las palmeras llegando a provocar su muerte.

El picudo rojo ataca a la palmera cuando aún es una larva, introduciéndose en el interior del tallo y resultando difícil de detectar puesto que los síntomas en la palmera no aparecen hasta que la planta está totalmente infectada por larvas y adultos de picudo rojo.

Los síntomas de la plaga de picudo rojo se aprecian al ver que las hojas de la palmera se inclinan hacia abajo y las hojas centrales comienzan a marchitarse.

Tratamientos ecológicos contra el picudo rojo de las palmeras

  • Endoterapia vegetal: Se trata de un método alternativo al tratamiento fitosanitario que consiste en inyectar en el tronco una sustancia nutritiva que previene el ataque del picudo rojo. Este tratamiento, al ser inyectado directamente en el árbol, no contamina el medio ambiente, es rápidamente absorbido por la palmera y sólo es necesario aplicarlo una vez al año o incluso una vez cada dos años.
  • Lucha biológica – Nematodos entomopatógenos (NEP): Se trata de un método para combatir al picudo rojo utilizando enemigos naturales como los nematodos, unos gusanos muy pequeños que penetran en los insectos de picudo rojo causándoles la muerte en aproximadamente dos días. Los nematodos se suelen aplicar sobre la planta a través de plaguicidas.
  • Lucha biológica – Trampas con feromonas: Las trampas con feromonas atraen a los individuos machos del picudo rojo y los eliminan impidiendo así la reproducción de la colonia de escarabajos picudo rojo. Las feromonas a utilizar deben ser productos naturales y muy selectivos, para que actúen contra el picudo rojo pero no interfieran en la reproducción de otros insectos necesarios para mantener el equilibrio natural del ecosistema del jardín.
    Las trampas deben colocarse semienterradas y en una zona sombreada, desde primavera hasta finales de otoño. En la tapa de la trampa se colocan los emisores de feromona. En el fondo del envase se incluye agua y jabón para retener a los insectos. Una trampa cada 50 metros es suficiente.

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